Novedades: Cómo mantenerse a gusto en casa en el confinamiento

Si, como nosotros, te encuentras trabajando desde  casa en este momento, es posible que hayas escuchado varios consejos en las redes sociales en las últimas semanas.

¿Trabajando desde casa? Debes mantener una rutina estricta. Mantener la productividad. Aumenta tu moral haciendo que tu vida laboral sea tan sofisticada e inteligente como lo era unos meses atrás, cuando felizmente te desplazabas durante varios minutos, en algún atasco, o contratiempo quizás, antes de pasar todas tus preciosas horas de luz en una oficina sin casi poder parar.

Por supuesto, es posible que hayas fallado en este desafío en algunos aspectos. El área que ahora llamas tu oficina (tu mesa de café, tal vez, o el parche de cemento afuera de su casa que un agente inmobiliario generosamente llamó un "jardín") se ha poblado de hierba, pajaritos sin miedo y descaradas palomas, quién había a decir que tomarte un café en casa, sería un pasatiempo real.

¿En qué podrías mejorar? En lugar de un escritorio adecuado, tu ordenador portátil se posa precariamente en una torre de libros, en un vano intento de detener la aparición de la ciática en tu espalda.

Y ahora ves tareas menores como sacar la basura, ir a comprar, pasear el perro como brillantes joyas para romper la rutina o el diario aburrimiento. A pesar de todo esto, hay muchas posibilidades de que todavía te vistas como un ser humano con un trabajo. Es la cosa más fácil del mundo: despertarse y vestirse, como si todavía tuviera una ocupación normal. Puede darte un estímulo psicológico, después de todo. Y en un mundo de Zoom, WebEx, Google Hangout y todo tipo de aplicaciones que permiten a tus colegas invadir tu espacio personal y ver qué partes de tu personalidad cuelgan en tus paredes a través de las cámaras portátiles incorporadas, ¡vaya!.

Tienes una solución a lo anterior, apaga tu cámara. Reclama que no funciona o que infringe la ley de privacidad de la información. Compra aperitivos. Cierra tus puertas. Ahora, es hora de revolcarse verdaderamente en tu aislamiento en el hogar impuesto por el gobierno. No volverás a tener esta oportunidad. Olvídate de "pantalones" y "cinturones" y "camisas". ¿Qué son esos? No tienen valor en una economía donde el papel higiénico, las consolas de juegos y los alimentos no perecederos son oro.

Este es el tiempo para zapatillas de casa, pantalones de chándal, acogedoras suéteres y cómodos calcetines.